Tras el buen resultado electoral de 2011, el FAP busca potenciales aliados. Los desafíos en las distintas provincias y las tensiones de una fuerza en crecimiento.
por Federico Poore
Debate, 21-07-2012
Luego del segundo puesto obtenido en octubre pasado, el Frente Amplio Progresista (FAP) comenzó a trabajar sin prisa y sin pausa en un armado electoral que permitiera consolidar su crecimiento en las elecciones legislativas. Si bien Hermes Binner, Margarita Stolbizer y Humberto Tumini se apuraron a anotarse como los candidatos más visibles, el FAP deberá completar su oferta en los distritos donde carece de figuras o allí donde sus principales referentes acaban de ser elegidos por el voto popular. Sin embargo, este objetivo se encontró con disputas por las listas, cuellos de botella y la indecisión de sus potenciales aliados, en especial de la Unión Cívica Radical.
El debate en torno a esta alianza provino de la UCR. El viernes 13, el diputado Ricardo Alfonsín pidió “la unidad del progresismo” en un encuentro partidario en Tucumán en el que los dirigentes hablaron del FAP como un “aliado natural”. Pero no todos los radicales compartieron esta vocación, tal como lo intentó dejar en claro Ernesto Sanz. “La UCR y el PJ son partidos de gobierno y no sé si hay otros. No hablo de grupos testimoniales”, lanzó el senador, mientras el presidente del partido Mario Barletta repetía su intención de competir en 2015 con un candidato propio.
Quien insistía con relanzar un frente electoral era el ex vicepresidente Julio Cobos, ahora de regreso a la actividad partidaria. Sin embargo, los más atentos descubrieron que el mendocino no habló del FAP, sino de la Coalición Cívica, el GEN y el socialismo, lo que dejaba fuera del llamado a otros integrantes como Libres del Sur o al propio Víctor De Gennaro.
¿Qué piensa el frente que conduce Hermes Binner? “Ojalá se pueda avanzar en un esquema de ampliar una oferta electoral, pero va a tener que girar alrededor de un programa”, explica a Debate el socialista Roy Cortina. Como uno de los referentes porteños del FAP, el diputado cree que a la fuerza aún le falta “consolidarse territorialmente” más allá de Capital, Santa Fe, Córdoba y la provincia de Buenos Aires, pero que esa carencia no debe cumplirse a costa de sacrificar su perfil progresista.
“Todavía estamos lejos de una alianza”, sentencia por su parte el diputado Gerardo Milman, referente histórico del GEN que conduce Stolbizer. El bonaerense echa mano a una metáfora, acaso pomposa, para explicar un posible acuerdo entre el radicalismo y el frente que integra: “Si ellos son, como dicen, la ‘columna vertebral’, nosotros podemos ser las manos para construirlo, los pies para moverlo y la cabeza para discutirlo”, lanza. Fuera del cassette, admite que en caso de discrepancias sobre las cabezas de las listas siempre queda el veredicto de las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO). ¿No puede pesar a su favor el segundo puesto obtenido en 2011? “Evidentemente, para nosotros fue un resultado importante y lo haremos valer en las discusiones”, adelanta.
Un diputado del FAP discrepa off the record: “Ningún radical mide lo que nosotros en las encuestas. La ‘interna’ ya la hicimos en octubre”, sentencia. La fuente ratifica la voluntad de resaltar en estas conversaciones el 17 por ciento de las presidenciales, pero anticipa que la fuerza de Binner intentará más imponer que negociar con la UCR.
En cualquier caso, los consultados aclaran que no se trata de una reedición del Acuerdo Cívico y Social -que a nivel nacional arañó los treinta puntos en las legislativas de 2009-, sino de un acuerdo distrito por distrito según las afinidades locales y las necesidades de cada fuerza.
Alicia Ciciliani, vicepresidenta tercera de la Cámara baja, cree que la clave es “no entrar a discutir ministerios, como hizo la Alianza” y demorar lo más posible la discusión en torno a las candidaturas. De acuerdo con la diputada, el principal espacio de referencia es aquél que se logró en Santa Fe, pues de todos los intentos frentistas terminó siendo la única experiencia exitosa. La diputada admite que Binner, Stolbizer y Tumini son, a priori, los únicos candidatos listos para presentarse porque los demás dirigentes de peso fueron elegidos en octubre de 2011 (“y vamos a honrar los cargos”, explica).
SANTA FE Y CÓRDOBA
Es justamente en Santa Fe donde el FAP se juega su principal capital político. De no mediar una disputa por medio de internas abiertas con Mario Barletta, el ex gobernador Hermes Binner encabezará la lista de diputados e intentará ganarle a Miguel Del Sel y al candidato del kirchnerismo. Todas las fichas estarán puestas allí, ya que una derrota de local lo dejaría herido de cara a las presidenciales (ver recuadro aparte).
Otras de las incógnitas de la ecuación es el armado en la provincia de Córdoba, cuyo padrón representa el 8,8 por ciento del total nacional. La pata cordobesa del FAP, el Frente Cívico que conduce el senador Luis Juez, se compone en su mayoría de sectores disidentes de la UCR y el PJ, a los que se les sumaron los líderes provinciales de Libres del Sur.
Juez viene de perder la elección a gobernador ante José Manuel De la Sota y -si bien tiene mandato como senador hasta 2015- no descarta presentarse como candidato a diputado el año próximo. No obstante, en la intimidad reconoce que la única forma de que se aleje de su banca en la Cámara alta es alzarse con la gobernación.
¿Qué figuras tiene el Frente Cívico para pelear una banca en el Congreso? Principalmente dos: el ex intendente de Jesús María, Marcelino Gatica, y el actual presidente del bloque juecista, Roberto Birri. La oferta cordobesa está moviendo sus fichas. El sábado 14, Birri -ex compañero de fórmula de Juez- lanzó su propia corriente interna dentro del espacio.
Por el bando radical, el intendente de Córdoba capital, Ramón Mestre, ganó visibilidad como dirigente provincial, aunque sus problemas de gestión le impiden dedicarse a una estrategia electoral. De todas formas, Juez descarta un acuerdo con el mandatario comunal, al que acusa de ser “socio de los acuerdos inmobiliarios” con De la Sota. Consultado sobre posibles charlas con el radicalismo, Juez deja en claro que “no hay ninguna posibilidad de hacer una alianza con el radicalismo”. Sin embargo, sea o no candidato, se descuenta que pondrá la cara en la campaña cordobesa del FAP.
CAPITAL Y PROVINCIA
En provincia de Buenos Aires, las necesidades de unos y otros parecen conducir hacia un acuerdo entre Stolbizer y Ricardo Alfonsín. La líder del GEN sacó en las PASO un tercio de los votos que había obtenido en 2007, cuando había acompañado a Elisa Carrió; el diputado radical, con la boleta de Francisco De Narváez, obtuvo en provincia menos del 16 por ciento de los votos, y la oferta de Udeso quedó a casi cuarenta puntos del gobernador Daniel Scioli.
Antes de responderle a esta revista, Stolbizer antepone una crítica a las decisiones tomadas por la UCR. “El radicalismo seguramente tendrá su proceso de debate interno para definir su propia identidad luego de los acuerdos realizados el año pasado con De Narváez y los intentos de otros de llevar al partido con Macri”, lanza desde Pinamar, donde participó de una larga serie de reuniones partidarias. Sin embargo, ratifica su intención de que en 2013 el FAP “represente a muchas más personas de las que están”.
Una de sus colaboradoras históricas detalla: “La idea es que Margarita y Ricardo se acerquen, y mucho, pero primero cada partido tendrá que elegir qué rumbo quiere tomar, sino vamos a hacer cualquier cachivache. Dentro del FAP ya existe cierta resistencia al radicalismo, imaginate lo que puede ser si vuelven a aliarse a la derecha como en 2011”.
Casi contradiciendo este mandato, Binner sorprendió con un guiño al peronismo disidente que integra Francisco de Narváez. “Me parece que ahí no hay espacio, pero podemos hablar”, deslizó el 17 de julio en una entrevista con el diario Clarín, y pidió abrir la puerta para el diálogo “más allá de que después confluyamos o no”. Dentro del FAP la negativa a un gesto semejante la encabezan Tumini (que días atrás sacó un comunicado criticando la alianza con la derecha en provincia) y Víctor De Gennaro, que insiste en crear una tercera fuerza “más allá del PJ y la UCR”.
En la Ciudad de Buenos Aires, todo parece indicar que los candidatos a senadores serán Claudio Lozano y Roy Cortina. Llegar a esos lugares en las listas puede no ser el premio mayor: con las cámaras apuntando a la pelea entre el macrismo y el gobierno nacional, todo parece indicar que las tres bancas de la Cámara alta se repartirán entre el PRO y el Frente para la Victoria.
Entre los candidatos a diputados por Capital, hay una decisión tomada: el titular de Libres del Sur, Humberto Tumini, encabezará la lista (ya se había postulado en 2011, pero fue cuarto en la nómina y no alcanzó el escaño). Ante la carencia de otras figuras conocidas para el público porteño, el dilema del FAP es cómo llenar el resto de los casilleros. ¿Qué pasa con Fernando “Pino” Solanas, enfrentado con Lozano tras su partida de Proyecto Sur? “Pino mide bien, pero tiene una personalidad fuerte. Y la gente que lo acompaña transfiere para sí su popularidad”, explica uno de los dirigentes del FAP que sufrió las peleas porteñas.
Otra complicación de cara a 2013 es que no todos los partidos que integran el frente tienen candidatos de peso en todos los distritos. Si, como declaran algunos legisladores, el objetivo es igualar la performance de los últimos comicios, las fuerzas sin figuras pueden quedar regaladas de la conformación de las listas.
RESTO DEL PAÍS
La necesidad del FAP de aliarse con otros partidos es mayor en el resto de los distritos. “En Mendoza no existimos y en el norte no tenemos casi nada”, admite un colaborador. Lejos de las grandes definiciones, el FAP está ejercitando su actividad en el Interior por medio de una serie de encuentros regionales que terminarán con un acto en noviembre. Para entonces, sus dirigentes esperan un aire a “congreso de cierre” donde se reafirme la voluntad nacional de la fuerza que sorprendió en las presidenciales de octubre pasado.
Las alianzas, al menos de momento, no son claras. “No me imagino un acuerdo a nivel nacional. No es la línea que se vio hasta ahora”, confía un comunicador de fuerte llegada a la cúpula radical, que ante la falta de un liderazgo nacional que pueda traccionar a los integrantes de las listas confía en que se harán diferentes acuerdos distritales. En ese sentido, un diputado resume el clima que se vive desde el último fin de semana y que durará hasta las próximas legislativas: “Es un quilombo, como todos los frentes”.
Buscando una agenda propia
Luego del buen resultado obtenido en octubre, el FAP se encontró con una dificultad que había enfrentado otros partidos “progresistas” a lo largo de la última década: la capacidad para instalar una agenda que surja de la propia fuerza. Si en 2012 el PRO y parte de la UCR se convirtieron en los máximos exponentes de una oposición dura, hostil, el FAP se encontró corriendo detrás de la iniciativa del gobierno nacional, al que muchas veces -como en el caso de la expropiación de YPF- terminó apoyando casi sin reservas. Hasta Fernando “Pino” Solanas, con un partido en crisis que ni siquiera pasó el filtro de las primarias, logró perfilarse a partir de temas propios como la defensa de los hidrocarburos, el combate a la minería a cielo abierto y la recuperación de los ferrocarriles. La búsqueda de nuevos temas políticos y sociales, en especial aquéllos que la ciudadanía pueda relacionar inmediatamente con el FAP, es uno de los desafíos de la fuerza.