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Qué pasó con la Villa Olímpica tras los Juegos de la Juventud

por Federico Poore

Chequeado, 24-08-2021

Siguiendo el ejemplo de ciudades como Barcelona, Buenos Aires se propuso darle un nuevo uso a la infraestructura construida para los Juegos Olímpicos de la Juventud celebrados en 2018. La propuesta de vender estas viviendas con “créditos accesibles” se concretó, pero faltan espacios verdes y equipamientos, según denuncia un grupo de vecinos. El año pasado se subastaron 40 locales comerciales que aún están vacíos. Desde el Instituto de Vivienda de la Ciudad (IVC) y Corporación Sur aseguran que los comercios se escrituraron en abril último y que se está gestionando el acceso gratuito de los vecinos al Parque de la Ciudad, que actualmente cobra una “entrada general” de $45.

El Gobierno porteño subastó en julio último 5 lotes de un predio del Parque de la Ciudad, lindante al Barrio Olímpico, para la construcción de nuevos edificios. La subasta fue resistida por algunos vecinos de la zona, quienes junto a organizaciones civiles presentaron un amparo judicial para evitar la venta, argumentando que estos espacios hoy funcionan como “pulmones verdes” entre los edificios.
El pleito atañe a una zona de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires que en 2018 tuvo un rol preponderante en la realización de los Juegos Olímpicos de la Juventud. ¿Qué se sabe sobre la situación de la Villa Olímpica a casi 3 años de la celebración de esas competencias?

De la Villa Olímpica al Barrio Olímpico

Del 6 al 18 de octubre de 2018 se celebraron en Buenos Aires los Juegos Olímpicos de la Juventud. La Ciudad había presentado su candidatura en 2011, durante la gestión de Mauricio Macri, proyectando una inversión de US$ 231 millones para la organización del evento y para obras de infraestructura permanente. Como se explicó en este chequeo, la inversión finalmente terminó siendo de US$ 333 millones, un 44% mayor a lo estimado inicialmente.

Para alojar a los atletas, el Gobierno porteño licitó la construcción de 31 edificios en el barrio de Villa Soldati, en la zona sur de la Ciudad. Si bien el dossier original de la candidatura sostenía que tras los Juegos la Villa Olímpica se convertiría en “viviendas sociales de alta calidad para personas de bajos ingresos en un área donde este tipo de alojamiento es escaso”, más tarde el Gobierno de la Ciudad inició los trámites para vender estas propiedades con un subsidio del 14% del valor de la propiedad y créditos de hasta 30 años.

“Nuestra meta fue seguir el ejemplo de experiencias internacionales exitosas como la de Barcelona, que para los Juegos Olímpicos de 1992 desarrolló un conjunto de obras que luego fueron reutilizadas para el beneficio de la ciudad y sus vecinos”, explicó el Gobierno de la Ciudad en su página web. “Esto no es vivienda social”, aclaró en 2018 Juan Maquieyra, por entonces director del Instituto de Vivienda de la Ciudad (IVC). Las primeras cinco familias se mudaron en junio de 2019.

Desde el área de Prensa del IVC confirmaron a Chequeado que estas viviendas “ya fueron entregadas en su totalidad” a 1.047 familias. Conocidas como Barrio Olímpico, forman en total 29 edificios que ocupan 3,5 de las 100 hectáreas que componen el proyecto. “Con la Villa Olímpica se desarrollará aún más la zona sur y se generará un cambio en la Ciudad”, prometía el Gobierno porteño en 2016.

En qué estado está la zona y cuál es el conflicto

El Barrio Olímpico es apenas una pequeña porción del área total del predio, unas 100 hectáreas que incluyen al Parque de la Ciudad y equipamiento de servicios públicos como el Hospital Cecilia Grierson, la Escuela Primaria Nº12 D.E. 21 y la Comisaría Vecinal 8 B.

De ese total, unas 29 hectáreas fueron desafectadas del dominio público para su venta a desarrolladores privados. En julio de este año, el Banco Ciudad puso en subasta 10 lotes (de los cuales logró vender 5), de acuerdo con la Ley 5.704, sancionada a fines de 2016. Los lotes tuvieron valores base de entre US$ 360 mil y US$ 561 mil.

Sin embargo, el Observatorio del Derecho a la Ciudad (ODC) y la Cátedra de Ingeniería Comunitaria de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Buenos Aires (UBA), junto con organizaciones civiles y un grupo de vecinos del Barrio Olímpico, presentaron una demanda solicitando la nulidad de la subasta.

Alegan que antes de la sanción de la ley estos terrenos pertenecían al Parque de la Ciudad y que “tanto la Constitución como el Plan Urbano Ambiental otorgan la máxima protección a los parques públicos para conservar su integridad”.

La causa quedó radicada en el Juzgado en lo Contencioso, Administrativo, Tributario y de las Relaciones de Consumo N° 1. Corporación Sur -sociedad del Estado encargada de continuar con algunas de las obras- respondió al escrito y en el organismo aseguran que ningún amparo vigente impide que el proceso avance.

“La falta de espacios verdes es uno de los grandes problemas que enfrentamos quienes vivimos en el barrio”, dijo a Chequeado Daiana Díaz, vecina del Barrio Olímpico, quien agregó: “Hay una sola plaza para todos y el Parque de la Ciudad está cerrado a los vecinos del barrio, no es de libre acceso”. Actualmente un cerco de chapa separa a los vecinos del Parque de la Ciudad, que cobra 45 pesos a los visitantes y 75 si acuden con auto (incluso a los vecinos del barrio). “Tenemos una entrada que conecta al parque sobre la calle 23 de Junio, pero está cerrada con candados”, explicó Agostina López, propietaria de uno de los departamentos del barrio.

El único lugar de compras importante del área es Factory Parque Brown, un shopping con hipermercado y locales comerciales ubicado a unos 700 metros del barrio. “Como no tengo auto, para ir a comprar me tengo que ir en colectivo a [Villa] Lugano o a [Villa] Soldati”, sostuvo Díaz. En el mismo sentido se había expresado Analía Muñoz, otra vecina: “Nos encontramos totalmente aislados en comparación de otros barrios de la Comuna 8. Tenemos solo un almacén de cercanía y para hacer las compras nos tenemos que trasladar a [Nueva] Pompeya o [Villa] Lugano porque los locales que están en la planta baja de los edificios siguen sin alquilarse”.

En 2020, el Gobierno de la Ciudad subastó 40 locales comerciales, ubicados en la planta baja de los edificios. Fueron adquiridos por un único dueño -la subasta fue en bloque- y recién se escrituraron en abril de 2021. Según el IVC, a la fecha todavía se encuentran en etapa de “planificación comercial”.

En una carta abierta, el grupo de vecinos reclamó “una integración del barrio con la Comuna 8 [integrada por Villa Soldati, Villa Riachuelo y Villa Lugano] y con el resto de los barrios de la Ciudad”, incluyendo “más medios de transporte, un corredor escolar y señalización de tránsito”.

Ante la consulta de Chequeado, Maximiliano Sahonero, jefe de gabinete de la Corporación Sur, se mostró “sorprendido” por el pedido judicial contra la subasta de lotes ya que, recordó, la desafectación y venta de esas parcelas -linderas a los edificios ya construidos en el Barrio Olímpico- ya estaba prevista por la ley Ley 5.704 votada por la Legislatura. “Ni siquiera en esa ley se preveía que eso iba a destinarse a espacio público. De hecho, esos espacios estuvieron todos cercados desde el día uno”, dijo.

Sahonero anticipó a este medio que planean abrir el Parque de la Ciudad a los habitantes del Barrio Olímpico. “En la pandemia las prioridades son otras y el Parque recién reabrió hace 2 meses. Estamos viendo si la entrada puede ser gratuita para los vecinos del barrio”, detalló.

Síntoma de un problema más general

“El proyecto de la Villa Olímpica no puede ser analizado como un proyecto urbano cerrado. De hecho, se explicitaron argumentos muy específicos acerca de por qué elegir la Comuna 8 para su emplazamiento en relación al conjunto de la Ciudad por ‘el legado social, económico y urbanístico’ que dejaría al área”, explicó a Chequeado la antropóloga María Rosa Privitera Sixto, colaboradora del Instituto de Investigaciones Gino Germani y autora de un artículo sobre operaciones de gobernanza urbana en el sur de la Ciudad.

Sin embargo, “la Villa Olímpica no vino a resolver la histórica problemática habitacional que afecta a la población residente en la zona mientras que, por otro lado, para la población que ya residía allí, la Villa y el Parque Olímpico supusieron nuevas restricciones en el goce y disfrute de espacios de esparcimientos que formaban parte de su cotidianeidad”, sostuvo Privitera Sixto.

“Más allá del conflicto puntual que hoy es noticia, el Gobierno porteño debería responder en términos eficaces a la demanda habitacional de la población residente en la zona”, concluyó la investigadora.

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Por Federico Poore

Magíster en Economía Urbana (UTDT) con especialización en Datos. Fue editor de Política de la revista Debate y editor de Política y Economía del Buenos Aires Herald. Licenciado en Ciencias de la Comunicación (UBA), escribe sobre temas urbanos en La Nación, Chequeado y elDiarioAR.

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