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Turismo y pandemia: crisis del sector y cambio de hábitos de los viajeros

Turismo y pandemia

Los especialistas aseguran que a partir de la irrupción de la COVID-19 hay más interés por destinos que permiten el contacto con la naturaleza, y que el formato “escapada” comienza a imponerse en cualquier momento del año.

por Federico Poore

Chequeado, 19-09-2021

En los últimos meses, varias ramas de la industria comenzaron a operar por encima de los niveles prepandemia. Sin embargo, el sector turístico sigue siendo uno de los más golpeados por la crisis sanitaria.

De acuerdo con las últimas cifras del INDEC, el nivel de ocupación hotelera en la Argentina durante los primeros 6 meses del año fue 57,8% más bajo que durante el mismo período de 2019, mientras que el número de viajeros cayó 62,4%.

Mientras tanto, el país continúa cerrado al turismo internacional. Los últimos datos oficiales registran apenas 15.893 pernoctaciones por parte de no residentes en junio de 2021 -menos del 3% del total-, cuando antes de la pandemia representaban más del 20% de las plazas ocupadas.

En este contexto, ¿cuáles son las perspectivas reales de recuperación para el turismo y qué medidas está tomando el Gobierno?

Un escenario impredecible

A partir de marzo de 2020, y en el marco de la emergencia sanitaria, el gobierno adoptó una serie de medidas tendientes a desalentar el movimiento de la ciudadanía con fines turísticos. Con el correr de las semanas, estas restricciones se fueron relajando para las zonas sin circulación comunitaria de SARS-CoV-2, y hacia octubre de 2020 se habilitaron nuevamente los vuelos de cabotaje y comenzó la reanudación gradual de la actividad turística.

La llegada de una segunda ola de contagios de coronavirus derivó en la aplicación de restricciones a los viajes desde o hacia las zonas de mayor riesgo epidemiológico, y en una suspensión de las actividades turísticas entre el 22 y el 30 de mayo, y el 5 y 6 de junio de 2020.

A fines de mayo de este año, la Federación Empresaria Hotelera Gastronómica (Fehgra) estimó que desde el comienzo de la pandemia quebraron 13.100 empresas de hoteles y restaurantes en todo el país.

“El sector de la hotelería y la gastronomía está duramente afectado por la pandemia y sus restricciones. Hoy, 18 meses después del inicio de la crisis sanitaria, seguimos atravesando una difícil situación, que es significativamente peor que la del resto de los sectores de la economía argentina”, explicó a Chequeado la presidenta de la Fehgra, Graciela Fresno.

“Nuestra recuperación está asociada al plan de vacunación de la población y al diseño de políticas que apoyen el sostenimiento y desarrollo de las empresas, en su mayoría PyMEs”, agregó.

En ese sentido, el economista de la consultora Abeceb, Santiago Manoukian recordó en esta nota que el sector turístico emplea mucha mano de obra de baja calificación. “Es importante recuperar el empleo ahí porque hay una mayor proporción de empleo informal que está relacionado con los sectores más vulnerables”, sostuvo.
Subsidios y programas especiales

En un inicio, el gobierno intentó paliar la crítica situación social y laboral que atraviesa el sector mediante los programas Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) y Asistencia de Emergencia al Trabajo y la Producción (ATP), programas que sin embargo no continuaron en 2021, como contamos en este chequeo).

Este año, los ministros Matías Kulfas (Desarrollo Productivo) y Claudio Moroni (Trabajo) anunciaron una asignación del Programa de Recuperación Productiva (Repro) para trabajadores del sector turístico. Destinado a sectores con dificultades, el Repro consiste en la asignación de una suma de dinero fija para complementar el pago de salarios. La suma arrancó en $12.000 mensuales y actualmente se encuentra en $22.000 por mes.

Meses atrás, el gobierno había lanzado la primera edición de PreViaje, un programa que permite a los turistas “precomprar” sus vacaciones en Argentina antes de fin de año, cargar los comprobantes y recibir un crédito equivalente al 50% de lo gastado para utilizar en el sector turístico local durante el año siguiente.

Desde el Ministerio de Turismo indicaron que durante el primer año la iniciativa movilizó $15.000 millones. En 2021, el gobierno nacional repitió el programa y analiza un esquema parecido para atraer a viajeros de otros países de América Latina una vez que se reabran las fronteras.

A la fecha, únicamente pueden ingresar por avión los argentinos, residentes y familiares directos de argentinos y residentes con un cupo diario de 2.300 pasajeros por día. En este contexto, agencias de viajes y aerolíneas le vienen exigiendo al Ejecutivo “el reinicio de los viajes internacionales”.

La apertura al turismo extranjero está planeada para octubre o cuando el país tenga “el 80% del total de los mayores de 18 años vacunados” contra la COVID-19 con al menos una dosis, según el ministro de Turismo y Deporte, Matías Lammens. El Gobierno nacional estudia la posibilidad de acompañar la apertura con una bonificación del 100% de unos 100.000 pasajes de avión a través de Aerolíneas Argentinas.

Esta medida, que aún se discute, apunta a los turistas provenientes de Brasil, Chile y Uruguay que puedan certificar una determinada cantidad de noches de estadía en la Argentina . Mientras tanto, las autoridades estudian habilitar aeropuertos del interior del país para recibir vuelos internacionales a través de corredores seguros.

Cambio de hábitos

La pandemia trajo aparejados importantes cambios en los hábitos de los vacacionantes. Uno de los principales es el de las “escapadas” o vacaciones cortas.

“Si bien en Argentina ya existía el formato escapada, éste se potenció enormemente con la pandemia, con la particularidad además de que empieza a ocurrir en cualquier momento del año. Ya no se trata de pensar estrictamente en el fin de semana largo”, dijo a este medio el economista Pablo Singerman, fundador y CEO del Estudio Singerman & Makón. Y agregó: “Si bien en su momento se beneficiaban únicamente los destinos de cercanía a los principales centros urbanos emisores, hoy se benefician lugares como Mendoza, Salta, Calafate, Ushuaia, Bariloche, el Litoral y las Cataratas”.

Para Fresno, son más elegidos los destinos que ofrecen “propuestas que prometen el contacto con la naturaleza”, ya que existen “variadas alternativas para todos los targets” de viajeros.

“El turista que solía viajar al exterior durante estos meses elige destinos argentinos, ya que cambiaron sus prioridades. Hoy no valora tanto un upgrade de calidad pero sí requiere flexibilidad en las políticas de cancelación de reservas hoteleras y aéreas o reembolsos en caso de ser necesarios. Estas variables son más importantes que el precio que pagan por el servicio”, asegura la presidenta de la Fehgra.

Singerman acota otra característica de la nueva normalidad a un año y medio de la irrupción de la pandemia, donde la Ciudad de Buenos Aires aparece como el destino más golpeado, en parte por la interrupción del turismo internacional (ver datos): “Si bien el turismo de centros urbanos no va a desaparecer, va a descender en el corto plazo porque la gente todavía tiene ciertos temores en general”

Y agregó: “En el corto plazo están siendo favorecidos destinos naturales, amplios, donde hay menos concentración de personas, lo cual puede explicar el buen desempeño del Norte argentino, Bariloche o las Cataratas [del Iguazú]. En el mediano y largo plazo, la actividad en los centros urbanos seguramente se recupere con la fuerza que tuvo en otras épocas, incluyendo el turismo cultural y de espectáculos.”

Por su parte, Gustavo Hani, presidente de la Cámara Argentina de Turismo (CAT) explicó a Chequeado que si bien las expectativas a futuro son buenas, son cautos porque entienden que la recuperación del sector será gradual. “Según información a nivel global, con datos recabados por la Organización Mundial del Turismo, se estima que hasta 2023 el turismo internacional no volverá a los niveles de afluencia turística previos a la pandemia”, detalló.

Según Hani, el desafío en el mediano plazo es “la reconstrucción de todo el complejo entramado que constituye la industria de los viajes en la Argentina”.

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Por Federico Poore

Magíster en Economía Urbana (UTDT) con especialización en Datos. Fue editor de Política de la revista Debate y editor de Política y Economía del Buenos Aires Herald. Licenciado en Ciencias de la Comunicación (UBA), escribe sobre temas urbanos en La Nación, Chequeado y elDiarioAR.

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