A menos de ocho meses de las primarias, los partidos definen sus estrategias y afinan su política de alianzas.
por Federico Poore y Manuel Barrientos
Debate, enero 2013
“Falta mucho y poco”, resume Ricardo Rouvier cuando se le pregunta por el escenario de las próximas elecciones legislativas. El consultor sostiene que hoy existe un escenario en el que el oficialismo se acercaría al cuarenta por ciento de los votos. “Son mejores números que los de 2009, cuando el oficialismo sacó el 32 por ciento a nivel nacional, pero no le permitirían alcanzar los dos tercios en ambas Cámaras”, explica.
Julio Burdman, titular de la carrera de Ciencia Política de la Universidad de Belgrano y director asociado de Analytica Consultora, afirma que el Gobierno tiene una “base cómoda” frente a las elecciones de 2013, porque renueva poco: aproximadamente, uno de cada tres miembros de su bancada en Diputados. “De esa forma, con un 33 por ciento de los votos lograría mantenerse como primera minoría en ambas Cámaras y, con un resultado moderado, saldría ganador tanto política como legislativamente”, explica. Rouvier también vaticina que el kirchnerismo seguiría siendo la fuerza con mayor caudal electoral en todo el país y tendría un mejor escenario en Diputados que en el Senado de la Nación. “Un resultado de estas características establecería un límite para el Ejecutivo, pero se matizaría por la dispersión del voto opositor”, indica y observa que esa fragmentación podría diluirse si la evaluación de la gestión de Cristina Kirchner se transforma en la principal variable de los comicios.
Así y todo, su consultora reconoce que el Frente para la Victoria se encuentra ante un panorama complicado en Capital Federal, Santa Fe, Mendoza y, especialmente, en la provincia de Córdoba. Sin embargo, también considera que logrará triunfos holgados en el resto de los distritos, con la excepción de Corrientes y Santa Cruz, donde estima elecciones más reñidas. En la Ciudad de Buenos Aires, Rouvier señala que el macrismo está liderando las encuestas con una eventual candidatura de Gabriela Michetti y que el kirchnerismo logra un segundo lugar con Daniel Filmus. Sin embargo, afirma que Pino Solanas podría dar “una sorpresa” si logra aunar las fuerzas del FAP y su Proyecto Sur.
En el caso de la provincia de Buenos Aires, la lista de diputados del oficialismo podría llegar a estar encabezada por Alicia Kirchner y Felipe Solá, aunque también se habla de figuras como Sergio Massa o Florencio Randazzo. Por su parte, el macrismo se vería obligado a una alianza con Francisco De Narváez, que hoy se adivina como lejana. El Frente Amplio Progresista, si bien haría buenas elecciones en Capital Federal y Santa Fe, hasta el momento no estaría “haciendo pie” en territorio bonaerense.
Precisamente, en Santa Fe se observa una “pelea dura”, con el FAP y el PRO de Miguel del Sel muy parejos (fuentes del macrismo agitan encuestas recientes que otorgan una paridad en torno al treinta por ciento de los votos para las candidaturas a diputado nacional de Binner y Del Sel). Aunque Rouvier afirma que esta ecuación podría alterarse con una candidatura de María Eugenia Bielsa por un Partido Justicialista unificado. Para Burdman, Santa Fe será el distrito “más interesante” de los comicios.
En el caso de Córdoba, Rouvier confirma que la estrategia del “cordobesismo” le está generando buenos réditos al gobernador José Manuel de la Sota y le está permitiendo neutralizar el avance del radicalismo bajo el liderazgo del intendente capitalino Ramón Mestre.
CUESTIÓN DE IMAGEN
Según distintos sondeos, se registra una desaceleración de la caída de la imagen del Gobierno en el último mes. Pero, en términos generales, coinciden en que las protestas del 8N y el paro sindical del 20N expresan motivaciones más políticas que en términos de funcionamiento de la economía. “Si mejoraran los indicadores económicos en el primer semestre de 2013, el kirchnerismo podría sostener su nivel de adhesión actual, pero no ampliar su caudal electoral. Para lograr eso, hace falta otro tipo de medidas”, explica en off el titular de una consultora cercana al oficialismo.
En ese sentido, si bien también registra en sus trabajos una caída de la imagen del Gobierno, Rouvier dice que Cristina Kirchner sigue siendo la única protagonista de la política argentina “porque la oposición sigue teniendo problemas dramáticos a la hora de instalar sus ideas y posturas en la opinión pública”. Y ejemplifica con contundencia: “La palabra opositora no tiene peso en la sociedad. Los caceroleros del 8N no esperaban que hablen los dirigentes de la oposición sino la Presidenta”. Por eso reitera que, pese a los cuestionamientos, Cristina Kirchner sigue estando en el centro de la escena política argentina. “Y eso obliga a ser muy cautelosos a la hora de trazar escenarios futuros”, advierte.
CRISIS Y APUESTA EN SOLITARIO
El radicalismo, por su parte, se enfrenta a un desafío crucial, porque deberá renovar 26 integrantes de su interbloque de diputados nacionales, que actualmente asciende a 40 bancas y es el segundo de mayor peso en la Cámara baja. También pondrá en juego cuatro escaños en el Senado. Y el partido parece estar dispuesto a jugar con sus principales referentes. Ricardo Alfonsín, Ricardo Gil Lavedra, Oscar Aguad, Ricardo Buryaile, Atilio Benedetti y Ulises Forte serán algunas de las espadas parlamentarias que deberían buscar un nuevo mandato. El ex vicepresidente Julio Cobos buscará doblegar al peronismo en Mendoza. Además, el actual titular del Comité Nacional, Mario Barletta, seguramente acompañará a Hermes Binner en la lista del Frente Progresista Cívico y Social en la provincia de Santa Fe.
Filas adentro del partido centenario, son muchos los que coinciden en que deberán afrontar los comicios sin trazar grandes alianzas nacionales con otros espacios, aunque sí podrían adoptarse políticas frentistas en distintas provincias. Creen que deberán adoptar riesgos, “jugársela en soledad” en los territorios más importantes, tratando de fortalecer sus propias bases, en busca de mejores condiciones de negociación con otros partidos de cara a las presidenciales de 2015.
Ante esta necesidad de poner en la cancha a varias de sus figuras más importantes -con casi la única excepción del senador Ernesto Sánz-, Burdman estima que Cobos quedará como el candidato presidencial mejor posicionado de la UCR, porque las encuestas le vaticinan una buena performance en Mendoza. El director de la carrera de Ciencia Política de la Universidad de Belgrano también explica que el acercamiento de De la Sota a Macri está generando obstáculos en lo que parecía un acuerdo entre los sectores del radicalismo cordobés ligados al diputado Oscar Aguad. En esa línea, varios correligionarios también observan con cierta preocupación los coqueteos del intendente de San Isidro, Gustavo Posse, con el PRO.
PRO: AHORA O NUNCA
En este contexto, Julio Burdman cree que la oposición irá fragmentada “tanto por estrategia como por las propias restricciones que se le generan”. Y asegura que el PRO está en una “situación complicada” de cara a las legislativas, porque debe renovar cinco bancas por la Capital y tres por la provincia de Buenos Aires. Por tanto, el politólogo considera que si el macrismo se ve obligado a apoyar la candidatura de De Narváez en territorio bonaerense, no tendrá el control de la lista y podrá perder algún escaño. Asimismo, si bien estima que la fuerza liderada por Macri hoy podría triunfar en Capital, esa victoria no sería lo suficientemente holgada como para engrosar la bancada. “Al PRO siempre le fueron muy difíciles las elecciones en las que no compitió Mauricio Macri”, advierte. Aunque señala que en el partido deberían preguntarse si realmente les sería conveniente apostar fuerte a esta elección intermedia, y cree que sería muy desatinado un salto del actual jefe de gobierno porteño al territorio bonaerense.
Humberto Schiavoni, presidente del PRO, asegura que el partido tiene presencia “en 21 de los 24 distritos” del país, cifra que podría ampliarse a 22 en las próximas semanas al sumar un armado en Río Negro. A falta de un acuerdo con Francisco de Narváez, en la provincia de Buenos Aires la apuesta es por tres candidatos: el ministro de Hacienda porteño Néstor Grindetti; el titular de Seguridad, Guillermo Montenegro; y el economista Carlos Melconián. Si bien sus armadores descartan buenas performances en Capital y Santa Fe (donde esperan sacar 40 y 30 puntos, respectivamente), admiten en off que “lo que realmente influye en el número total es la provincia de Buenos Aires”.
Sin embargo, el sociólogo Manuel Mora y Araujo cree que el macrismo “no tiene mucho más margen” para seguir esquivando las apuestas fuertes. “El PRO debería ir a competir en 2013 para revalidar títulos y fortalecer los vínculos con la sociedad”, asegura.
BUSCANDO CRECER
Luego de conseguir el segundo puesto en las presidenciales de 2011, el Frente Amplio Progresista apostó durante todo este año a acrecentar sus bases militantes en aquellas provincias donde aún no había logrado asentarse con ninguna de las distintas fuerzas que la integran. Así, por ejemplo, el GEN de Margarita Stolbizer subió su presencia de tres a siete provincias y está en proceso de formación en otras cinco, según destacan sus propios dirigentes.
Junto a esa búsqueda de un mayor despliegue en el interior del país, los diversos espacios que conforman el FAP habían acordado no hablar de candidaturas hasta principios de 2013. Sin embargo, ese pacto parece haberse quebrado con el estallido de distintas precandidaturas, especialmente por las senadurías de la Ciudad de Buenos Aires. Por un lado, se consolidó la posibilidad de avanzar en un acuerdo con Proyecto Sur, a través del liderazgo de Pino Solanas en la boleta de senadores. Por el otro, hubo una proliferación de afiches en la vía pública que buscan instalar las figuras de Roy Cortina (Partido Socialista), Claudio Lozano (Unidad Popular) e, incluso, Victoria Donda (Libres del Sur), quien podría cambiar de distrito y postularse por la Capital.
“Es cierto, el acuerdo era no hablar de candidaturas, pero algunos dirigentes parece que están apurados”, dice entre risas una dirigente del Frente. Luego, explica que en parte esta anticipación de las internas se debió a la incorporación de distintos sectores de otras fuerzas y de ciertas figuras que buscan renovar sus mandatos, como la senadora María Eugenia Estenssoro y el diputado Alfonso Prat Gay, ambos de la Coalición Cívica. De todas formas, la misma fuente aclara que ya se estableció un consenso general para que los acuerdos con otras fuerzas queden a decisión de cada distrito. Y explica que, en Capital Federal, no se descarta la posibilidad de ir a las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias. En este caso, también se habla con fuerza de las candidaturas a diputados de Humberto Tumini (Libres del Sur) y Cristina Calvo (GEN).
En la provincia de Buenos Aires, mientras tanto, parece haber menos disenso en torno a Margarita Stolbizer, quien ocuparía el primer lugar en la lista de diputados.
EL DESAFÍO DE LOS MÁS CHICOS
Luego de los últimos comicios, tres partidos -Proyecto Sur, la Coalición Cívica y el Peronismo Federal- quedaron como espacios en baja. Todos ellos enfrentarán fuertes desafíos el año próximo. En 2011, la candidata a presidente por el partido liderado por Fernando “Pino” Solanas, Alcira Argumedo, no pasó el filtro de las PASO, mientras que Solanas -quien finalmente se decidió a pelear la Capital tras su pelea con Claudio Lozano- sacó un decepcionante 12,8 por ciento y quedó tercero. Y en 2013 se vence el mandato de los tres diputados de Proyecto Sur.
Otra agrupación en crisis es la Coalición Cívica. Luego de la paupérrima cosecha de Elisa Carrió en las presidenciales y su posterior alejamiento del partido, el referente de la CC-ARI Pablo Javkin buscará sacar al partido del lugar testimonial que hoy ocupa en el mapa político. Con respecto al Peronismo Federal, Burdman dice que será clave ver cómo avanza el sindicalismo disidente a través de la fuerza electoral que está formando el titular de la Uatre, Gerónimo “Momo” Venegas.
Un caso especial es el del Frente de Izquierda, que en 2011 arañó algunas diputaciones y consiguió medio millón de votos para la precandidatura de Jorge Altamira. “La voluntad política de los tres partidos es continuar con la experiencia del FIT porque creemos que es posible ampliar el espacio al tratarse de una elección legislativa”, sostiene Christian Castillo, referente del PTS y ex candidato a vicepresidente por esa coalición. En especial, las miradas estarán puestas en los comicios a diputados nacionales en Capital Federal, la provincia de Buenos Aires y en Córdoba.
DISCURSOS Y ESCENARIOS
Existe un cierto consenso en torno a cuáles pueden ser los posibles ejes de la campaña. “El único tema unificador para la oposición sería el rechazo a una eventual re-reelección de la Presidenta”, señala Burdman. Mora y Araujo arriesga que esta cuestión seguirá estando presente en la agenda ya que, dada la compleja situación de la sucesión presidencial, “el Gobierno no tiene otra opción que seguir hablando de la re-re”.
Por lo bajo, los distintos consultores estiman que el oficialismo continuará recurriendo al estilo de polarización, de acuerdo a los frutos que –estiman- les rindió hasta el momento. En plena batalla por la aplicación de la Ley de Medios Audiovisuales, un posible eje de campaña será esta idea -ya asentada como discurso social- de “el Gobierno contra las corporaciones”.
Si se dieran los resultados que hoy se esperan, Burdman concluye que no se alteraría el actual mapa político. “Seguiría el equilibrio con una oposición asentada en varios de los principales distritos, pero bajo liderazgos de distintos colores. Es decir, fuerzas inadmisibles entre sí terminarían triunfando en Capital Federal, Córdoba, Santa Fe y Mendoza. Y el kirchnerismo lograría ganar en la provincia de Buenos Aires y buena parte del resto del país”. Y sintetiza: “Se trataría de un escenario similar al de 2009, pero con un oficialismo más fortalecido”.
MANO A MANO
Manuel Mora y Araujo
Sociólogo y analista político. Director de Ipsos Mora y Araujo
¿Qué partidos protagonizarán las legislativas de 2013?
Por un lado está el espacio oficialista; por el otro, un peronismo con cierto grado de independencia. Luego tenemos a la oposición, que se compone esencialmente de dos grandes espacios: el Frente Amplio Progresista y el PRO. Por último, el radicalismo, en el que hay dirigentes de uno u otro lado de estos grandes, y otros espacios peronistas que hoy no son demasiado relevantes.
¿Cuál es la particularidad de esta elección?
La clave está en lo que haga el oficialismo y este peronismo que no es ni opositor ni oficialista, que juega a la ambigüedad, y que tiene dos exponentes principales, Daniel Scioli y Sergio Massa, con muy buena respuesta en el electorado.
¿Cree que puede haber un reordenamiento del sistema de partidos en base a estos grandes polos que usted describe?
La atomización seguirá. Si fuera puramente racional, uno les diría a los opositores: hagan algo. Pero acá juegan fuerte los personalismos. Si tengo un quiosco y viene el supermercado y me dice: ‘Te compro el local’, tengo dos opciones. Si no me interesa mucho el quiosco, agarro unos mangos y me jubilo. Pero también puedo decir: ‘Yo armé esto, no lo voy a regalar”. Hubo muchos incentivos para esta atomización y todavía no aparecieron tantas razones para desandarla.
¿Cree que puede darse una unificación de las fuerzas opositoras?
Puede pasar, pero la probabilidad no es muy alta. Estamos lejos de lo que llamo el “modelo Capriles”.
¿A qué distritos hay que prestarles atención en 2013?
La Capital es un distrito importante. También habrá que seguir de cerca a aquellas provincias donde el Gobierno puede perder algún senador. Si el oficialismo no saca más del 40 por ciento podríamos estar hablando de un fracaso. En términos de bancas, para el Gobierno sería un éxito no estar peor de cómo está ahora.
¿Qué pasará con el PRO?
Ha dejado pasar tantas oportunidades… Creo que no tiene mucho más margen. El macrismo debería ir a competir en 2013 para revalidar títulos y fortalecer los vínculos con la sociedad.
¿Cree que pueden emerger otras figuras dentro del peronismo?
Sí, algunos gobernadores. Pasó en 1989 con Menem y en 2003 con Kirchner. A veces, cuando las cosas están empatadas, puede surgir una figura de síntesis.